El título del cuadro “Cuarto” proviene del método de 5 etapas para aceptar lo inevitable, que ayuda a superar las dificultades en las circunstancias de la vida.
Este método fue revelado por primera vez por Elisabeth Kübler-Ross en su libro Sobre la muerte y el morir. Consiste en pasar por las siguientes etapas: negación, ira, negociación, depresión y aceptación.
Al pasar por la depresión, sentí su imagen: una joven frágil, de color blanco pálido, con una enorme carga de responsabilidad impuesta por la sociedad en forma de pesadas cuentas en el cuello, aretes largos y pesados y cuerdas de oro, cadenas en sus frágiles hombros. Mortalmente cansada, con la mirada perdida en el vacío, pero vestida con glamour y maquillada de manera ridículamente brillante, con un peinado ridículo que solo agrega pesadez a su imagen. Aparte de las joyas y el maquillaje, la niña se nos aparece desnuda, porque no tiene nada que ofrecer al mundo, está vacía por dentro y, por tanto, por fuera.
Aparte de las joyas y el maquillaje, la chica se nos aparece desnuda, porque no tiene nada que ofrecer al mundo, está vacía por dentro y, por tanto, por fuera. El fondo muestra el mundo con su velocidad de cambio y escenario. Al pasar por la cuarta etapa, en mi opinión la más difícil, la chica se muda a un jardín floreciente, donde puede quitarse toda la carga que se le impone y encontrar aceptación.